Las palabras del presidente Gustavo Petro durante su intervención del pasado primero de mayo en la Plaza de Bolívar siguen provocando controversia. Uno de los pronunciamientos más contundentes provino del excontralor general Carlos Felipe Córdoba, quien cuestionó fuertemente el tono del discurso presidencial y alertó sobre lo que considera una peligrosa deriva autoritaria.
Córdoba, quien durante su paso por la Contraloría fue crítico de varias políticas públicas, aseguró que las recientes declaraciones de Petro demuestran un estilo de gobierno que, lejos de unir al país, profundiza las fracturas sociales y políticas. “Ese discurso fue incendiario y profundamente divisionista. Lo que vimos no fue un acto de gobierno, sino una amenaza abierta a quienes no piensan como él”, afirmó.
En su análisis, el exfuncionario fue más allá y señaló que el presidente está cruzando límites inaceptables en un sistema democrático. “Cuando un jefe de Estado usa su posición para intimidar a congresistas y cuestionar abiertamente la separación de poderes, está violentando principios fundamentales de nuestra Constitución. Eso no se puede aplaudir, ni mucho menos normalizar”.
Córdoba agregó que el respeto por el Congreso y la independencia de los poderes públicos es esencial para garantizar la institucionalidad. “No podemos tolerar que el presidente se convierta en juez y parte. Las amenazas disfrazadas de discurso político son un atentado a la democracia”, subrayó.
Aunque algunos sectores justificaron la dureza del mensaje presidencial como parte del contexto de una eventual convocatoria a consulta popular, Córdoba desestimó esa lectura. “Al día siguiente repitió el mismo tono desde el Cesar. Esto no fue un episodio aislado, es el inicio de una estrategia sostenida para tensionar el ambiente político y deslegitimar cualquier oposición”.
Para el excontralor, es urgente que la ciudadanía y los actores políticos reflexionen sobre el rumbo del país. “No se trata solo de estar a favor o en contra de Petro. Se trata de defender la democracia, la institucionalidad y el derecho a pensar diferente sin temor a represalias desde el poder”.
Las advertencias de Córdoba se suman a las de otros líderes que consideran que el presidente está actuando de forma confrontacional, en lugar de ejercer un liderazgo conciliador en un país que atraviesa un clima político altamente polarizado.
