El resultado de la consulta interna del Pacto Histórico, que logró movilizar a más de 2,7 millones de votantes, generó reacciones inmediatas en los sectores de centro y derecha del país. Los principales líderes opositores reconocieron que el movimiento del petrismo fue un “campanazo político” y coincidieron en la necesidad de unirse para enfrentar al oficialismo en 2026.
El exministro Mauricio Cárdenas fue uno de los primeros en pronunciarse, señalando que el mensaje de las urnas fue claro: “o nos unimos o nos vuelve a ganar el Pacto Histórico”. Cárdenas insistió en que se debe construir una alternativa que priorice la defensa de las instituciones, la seguridad y la inversión privada.
En la misma línea, Juan Manuel Galán, líder del Nuevo Liberalismo, afirmó que aunque el petrismo mantiene su estructura, ha perdido la confianza del país: “Pasar de 11 millones de votos en las presidenciales a poco más de 2 millones en una consulta demuestra el cansancio de los colombianos frente al caos y la improvisación”.
El también precandidato David Luna alertó que el resultado no debe ser visto como una derrota para la izquierda, sino como una base sólida desde la cual podría crecer hacia las elecciones de 2026.
Desde Cambio Radical, el congresista Armando Zabaraín reconoció el impacto de la jornada: “Debo admitir que estoy sorprendido con los resultados —no subestimen—, el Pacto está vivo”.
Aunque algunos sectores del Centro Democrático intentaron presentar la consulta como un revés para el petrismo, lo cierto es que la alta participación reforzó la posición del oficialismo y dejó a la oposición con un desafío urgente: construir una coalición sólida capaz de competir con el proyecto político que lidera Iván Cepeda, la nueva figura del progresismo.
